Murales para un cubo blanco

Proyecto Siqueiros
9 min readJun 4, 2020

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Prácticas integrales para la reconfiguración de lo público

Antonio Bravo, Materiales preparativos para “La humanidad marcha”, 2020

Desde el año 2001, la Sala de Arte Público Siqueiros ha perfilado su vocación a partir de la comisión de proyectos de arte contemporáneo en estrecho diálogo con el legado del reconocido muralista. Estas iniciativas de aproximación al legado histórico del muralismo han nutrido la discusión sobre la función social y política del arte, abriendo brecha también para que nuevas generaciones exploren y experimenten con el método de la perspectiva poliangular que presentan los Estudios de murales resguardados en sus galerías. De esta manera, los proyectos comisionados para sus espacios también han examinado otros procedimientos siqueirianos: desde los montajes fotográficos y la plástica fílmica, hasta su experimentación con materiales y soportes escultóricos o arquitectónicos, repertorios que caracterizaron el último periodo de su producción mural.

Esta exposición surge de la intención de seguir sumando nuevas experiencias museísticas a los programas que, desde el arte contemporáneo, proponen aproximaciones formales, conceptuales y temáticas que reverberan con las exploraciones de la función social del arte desde la modernidad hasta nuestros días. En tal sentido, Murales para un cubo blanco propone abordar los espacios de este recinto cultural mediante una muestra colectiva que conjuga cuatro proyectos comisionados, contextualizados con materiales de consulta del Centro de Investigación y Documentación Siqueiros (CIDS), así como obras de nuestro acervo plástico.

Además de dar nombre a esta muestra, Murales para un cubo blanco es también el título de una serie de exposiciones que propone estimular la experimentación con las tipologías expositivas y los modelos curatoriales pedagógicos, ambas líneas de trabajo en relación con los formatos pictóricos modernos y contemporáneos. Por medio de esta nueva iniciativa, Proyecto Siqueiros: Sala de Arte Público — La Tallera suma nuevas posibilidades a su vocación centrada en la estética política del arte contemporáneo en relación al legado del maestro David Alfaro Siqueiros; de manera adicional, ahora se busca estimular investigaciones y modelos artísticos que contribuyan a la ampliación de la función social y ciudadana de los museos.

Al evocar la tipología del cubo blanco en relación a la práctica mural, esta exposición pone de manifiesto la oposición entre estos formatos que, de manera general, definieron en gran medida las estéticas formalistas del arte por el arte y su contraparte, las estéticas comprometidas con la función social, de las que es ejemplo el muralismo mexicano del siglo pasado. Por lo tanto, estas referencias enunciadas en el título de la muestra, antes que proponer una temática, más bien señalan tensiones entre formatos y prácticas de la modernidad artística del siglo XX. Dichas tensiones ofrecieron un contexto curatorial para que los artistas comisionados, Ana Bidart (Montevideo, 1985) y Primal (Ciudad de México, 2006) Antonio Bravo (Ciudad de México, 1983), Ivan Krassoievitch (Ciudad de México, 1980) y Lucía Vidales (Ciudad de México, 1986), realizaran sus investigaciones pictóricas, escultóricas, espaciales e instalativas, en tanto prácticas contemporáneas en estrecho diálogo con los formatos de la plástica muralista del maestro Siqueiros. En este sentido, los proyectos comisionados específicamente para los espacios de la Sala de Arte Público Siqueiros (SAPS) se supeditan a la poética integral por medio de formatos que extienden los repertorios de la plástica unitaria siqueiriana hacia otros soportes y materiales, como también hacia otras composiciones espaciales que ponen en resonancia los imaginarios sociales del siglo pasado con las preocupaciones políticas actuales.

Dicho de otra manera, en esta propuesta se conjugan, por un lado, el espacio prístino para la exhibición de obras autónomas –el cubo blanco–, en el que éstas se muestran separadas de su contexto social bajo la máxima del arte por el arte; y, por otro, la práctica muralística, cuyo devenir en la historia del arte latinoamericano denostaba el formalismo para favorecer prácticas propensas a la función social del arte. Al evocar esta oposición histórica, el guion museográfico se concibe como una apuesta por inducir al espectador en una experiencia de carácter integral, inmersivo, en el que las obras comisionadas se yuxtaponen a las obras murales del maestro Siqueiros. El escenario planteado integra los diversos espacios de la SAPS: la Fachada, el Patio de murales, la Galería en el segundo piso y el Cubo, para explorar colectivamente tanto los aspectos figurativos como los motivos geométricos de los murales; todo ello, como antesala para atisbar el sentido público del arte en nuestros días. Cabe señalar que las maneras en que el arte contemporáneo incide en la configuración de lo público constituyen una reflexión central para los programas que Proyecto Siqueiros desarrolla en sus dos sedes: la Sala de Arte Público, en Ciudad de México, y La Tallera, en Cuernavaca.

Iván Krassoievitch, “Todos los tiempos presentes”, 2020

Así, en la medida en que estos proyectos exploran el legado siqueiriano, se pone a revisión también el carácter reflexivo, histórico y crítico del arte actual. Al insertarse en las cajas plásticas con las que el maestro muralista esbozaba su plástica integral, una suerte de premonición del mundo virtual, estas obras irrumpen con los discursos y oposiciones estéticas de la modernidad. En esta lógica, vale señalar que las innovaciones pictóricas siqueirianas se mostraban revolucionarias mientras propensas a la reproducción; en tanto máquinas armómicas u obras de arte totales que transformaban el cubo o los espacios donde aplicaba su método poliangular. Los artistas de hoy, a su vez, reformulan las estéticas integrales desde ópticas que, más que vislumbrar un futuro promisorio, inciden en las crisis del presente.

El cubo blanco, como argumentara Brian O’Doherty en diversos ensayos publicados en la revista Artforum durante la década de 1970, antes que un espacio neutro políticamente es también un espacio cargado por intereses ideológicos. Asimismo, mientras esta tipología se convertía en un modelo para los museos y galerías de Europa y Estados Unidos, sobre todo a partir de la década de los treinta del siglo pasado, Siqueiros apostaba paralelamente por exploraciones integrales en las que la pintura se convertía en el mismo espacio de su ejecución al grado de transformarlo en una obra total o, bien, una caja plástica, concepto que acuñara para describir el carácter escenográfico de los murales. Estos espacios integrales tienen sus inicios en la década de los treinta con Ejercicio plástico (Argentina, 1933), fase que culmina con su último mural, La marcha de la humanidad en la tierra y hacia el cosmos, El Polyforum, inaugurado en 1971. Caracterizados por una estética que fusiona el arte con lo político, estos “ambientes” se distinguieron por envolver al espectador en una experiencia dinámica; esto es, configuraron un escenario pictórico integral que se muestra en la medida en que la pintura se vuelve escultura, luego arquitectura, entonces una caja plástica.

Las obras de los artistas que con esta exposición se despliegan en las cajas plásticas siqueirianas, suman a estos “escenarios” otras posibilidades de usos del museo: desde su Fachada, pasando por los Murales, la Galería y el Cubo. Así, obras que dialogan con el legado de los murales conjugan espacios reales con espacios virtuales, trazando también dinámicas de participación y convivencia ciudadana que renuevan el sentido público y la función social del arte.

En esta reformulación del uso público del museo conviven procedimientos y tipologías, al tiempo que los espacios contemplativos –blancos– se vuelven escenarios performáticos y pedagógicos. En esta misma ruta, las intervenciones directas a la caja plástica del Patio de murales amplifican la experiencia estética con nuevos repertorios que abren también otras posibilidades para los programas de mediación. Con esta exposición, iniciamos un programa curatorial en el que las cajas plásticas del Patio de Murales y el gran cubo de la SAPS se integran en un mismo escenario para estimular actividades que redefinan el compromiso público de los programas de Proyecto Siqueiros. Como ya apuntalaba el artista en sus escritos, esta plástica unitaria vislumbraba un espacio virtual para el futuro: se trata de obras que fueron pensadas como una pedagogía pública, murales fotogénicos cuya narrativa se anima con el movimiento del espectador y el realismo cinético pensado como matriz fílmica. Murales para un cubo blanco pone de manifiesto una crítica hacia el mundo virtual que regula los espacios tanto reales como psíquicos. En una esfera unificada por el consumo, lo público se ha suprimido a tal grado que la saturación del espectro sensible dificulta la reflexión, opacando el discurrir de las subjetividades críticas que proclaman una nueva configuración de lo público: desde la urgente necesidad de instituir una perspectiva de género hasta un nuevo pacto con el medio ambiente.

Imagen cortesía de Ana Bidart & Primal. Fotografía: Rita Trejo

Desde esa perspectiva, las exploraciones de los artistas convocados a esta exposición investigan diversos aspectos de esta práctica del arte político y la muralística integral, actualizando su vocación pública desde las prácticas del arte contemporáneo. La obra de Ana Bidart y Primal en la Fachada de la SAPS recurre a la exploración de la pintura gestual por medio de “bombas” de colores, empatando la materia pictórica formalista, desplegada de forma “accidental” sobre este muro, con las acciones políticas que suelen ocurrir durante las manifestaciones. Ivan Krassoievitch investiga el género literario de los manifiestos artísticos que escribiera Siqueiros a partir de instalaciones geométricas compuestas por el despliegue de alfombras cromáticas y un móvil en el Patio de Murales. Esta propuesta introduce una nueva caja plástica a las máquinas armónicas de Siqueiros: una suerte de mise en abyme, cajas adentro de cajas, espacios virtuales que se entretejen reanimando la escenografía histórica que esbozara el maestro muralista en su Sala de Arte Público. Antonio Bravo, por otra parte, extiende su investigación artística, enfocada en la performatividad del cuerpo y la física de las manifestaciones que ejemplifican las barricadas, hacia una revisión de la figuración de las congregaciones humanas masivas: un motivo recurrente en la iconografía siqueiriana. Finalmente, al presentar una pintura de gran formato en el Cubo, Lucía Vidales da visibilidad a una investigación en torno a otra figura recurrente en los imaginarios del muralista, la iconografía cristiana, en un montaje que encarna de manera puntual las contradicciones inherentes a la práctica mural: la pintura de gran formato en oposición a la intimidad de la obra de caballete y la tipología del cubo blanco.

David Alfaro Siqueiros, “Cristo del pueblo”, 1963 y Lucía Vidales, “Viendo el monte Calvario”, 2020

Con el propósito de contextualizar los diversos proyectos y poner a la vista las investigaciones emprendidas por artistas, historiadores y curadores, este modelo de curaduría colectiva se concibe como una práctica colaborativa que, al integrar documentos y obra histórica, enlaza en un mismo esfuerzo curatorial las distintas áreas sustantivas de Proyecto Siqueiros: Sala de Arte Público — La Tallera. Tan es así que el punto de partida de los proyectos consistió en un acercamiento al archivo asesorado por Mónica Montes, responsable del CIDS, y quien, dependiendo de los intereses particulares de cada artista, sugería materiales documentales de soporte e investigación; de manera simultánea, Adriana Melchor, curadora y responsable de la Plataforma Pedagógica, y quien escribe estas palabras, elaborábamos conjuntamente los guiones y la presentación museográfica de los diversos proyectos y los programas públicos.

A partir de la tensión que nos provee la oposición de las tipologías históricas del mural y del cubo blanco, esta curaduría busca evocar el sentido integral de la caja plástica siqueiriana: un espacio escenográfico para la circulación de espectadores dinámicos, el cual servirá también de plataforma para las actividades del Programa público. En este sentido, con esta exposición se inaugura no sólo una apuesta museográfica, sino también un modelo curatorial que entrecruza la vocación histórica de Proyecto Siqueiros: Sala de Arte Público — La Tallera con una visión ciudadana, colaborativa y pedagógica que busca revitalizar el legado de la plástica integral, la plástica fílmica y la poliangularidad, así como los conceptos del artista ciudadano y del espectador dinámico que acuñara Siqueiros como una apuesta por la democratización cultural suscrita a los derechos culturales de la ciudadanía. Si Siquieros buscó trazar un espacio dinámico con su poliangularidad para el ciudadano del futuro, hoy dicha concepción debería inclinarse por la reflexión sensible, pausada, ante la aceleración de las cajas virtuales contemporáneas. A grandes rasgos, la fusión entre cubo blanco y caja plástica o máquina armónica, aluden a esa necesidad de crear espacios ciudadanos reflexivos desde las prácticas del arte contemporáneo.

Dichos valores guían también las acciones conjuntas de los diversos centros y museos suscritos al Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL). Al sumarse a la reflexión sobre las problemáticas actuales de la función pública de los museos, este programa se concibe como un espacio abierto al diálogo y a la inclusión ciudadana, con una oferta en la que las exposiciones son también escenarios para actividades performáticas y pedagógicas guiadas por la imperante necesidad de programas sustentados en la equidad de género. Se trata de plataformas para ensayar y explorar nuevas tipologías de lo público, propensas a estimular y visibilizar las subjetividades críticas que hoy se posicionan ante los nuevos retos, que encauzan el binomio arte y política, un debate central para el pensamiento estético del maestro David Alfaro Siqueiros. Con este programa inauguramos un amplio diálogo con este legado, buscando avizorar otras prácticas integrales, críticas, para la reconstitución de lo público.

Willy Kautz

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Written by Proyecto Siqueiros

En este espacio se comparten conversaciones y debates que quedaron fuera de las cédulas de muro de una exhibición o el planteamiento de un programa educativo.

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